¿Quiénes somos frente a los cambios que surgen a nuestro alrededor?

Por: Valentina Rivera

Si algo nos ha demostrado el tiempo, específicamente estos últimos dos años, es que los imprevistos están a la vuelta de la esquina. Como dijo Heraclito, el cambio es algo que siempre va a estar vigente. En el mundo, tanto cotidiano como organizacional, el cambio viene ocurriendo de manera acelerada desde la llegada de los computadores y el internet en la década de los noventa. Cada año o par de años vimos cómo, a medida que surgían nuevas necesidades, emergían nuevos programas o plataformas que fueron supliendo dichas necesidades. Programas y plataformas a las cuales debimos adaptarnos.

Con las cuarentenas nos tocó a todos– desde el centennial novato en el mundo laboral hasta el boomer próximo a jubilarse, ajustarnos a nuevas formas de trabajo, de relacionarnos, de vivir. Asimismo nos toca adaptarnos cuando cambiamos de liderazgo, pues toca aprender a convivir con esa nueva persona, conocer su métodos y sus gustos en cuanto a lo laboral, en otras palabras, adaptarse, y esta adaptación puede estar motivada por varios aspectos. No tiene nada de malo adaptar tus actitudes y comportamientos ante una nueva situación, al contrario, esto debería ser promovido con el fin de sobrevivir, pues siempre habrá algo nuevo.

En su libro “Quién se ha llevado mi queso”, Spencer Johnson nos expone cuatro maneras de enfrentarse al cambio, que de cierta manera, todos hemos aplicado cuando se nos presenta una situación desconocida. El primer tipo de persona es aquella que niega la ocurrencia del cambio, simplemente por miedo a que lo que venga, pueda ser peor. Es decir, aquella persona que por evitar consecuencias negativas de ciertas situaciones, hace caso omiso a dichas situaciones y continúa como si no ocurriera nada.

El segundo tipo de persona, es aquella persona que al inicio opone un poco de resistencia, pero cuando ve que las situaciones cambiantes pueden ser beneficiosas, cambian su actitud. Estas personas por lo general son conscientes de que el miedo lleva a la acción. Suelen mostrarse temerosas hasta que el cambio saca sus frutos, hasta que las demás personas le están sacando provecho a estas situaciones.

Por otro lado, tenemos al tercer tipo de personas, que son quienes actúan de manera rápida en cuanto se les presenta una nueva situación. Son capaces de leer la realidad de tal manera que les permite ajustar sus comportamientos para no quedarse atrás frente al cambio.

Y finalmente, el cuarto tipo de persona es quien no sólo se adapta a medida que las cosas van cambiando, sino que también es capaz de prever el cambio. Son quienes, de cierta manera, sospechan cuando las cosas no han cambiado y buscan tendencias con el fin de predecir qué es lo que puede ocurrir en un futuro cercano o lejano y asimismo ajustar su comportamiento. Esta habilidad les permite ajustarse más rápida y fácilmente cuando llega un gran cambio.

Volviendo a la situación que estamos atravesando a causa del Covid-19, es sobretodo, más fácil identificar quienes son el tercer y cuarto tipo de personas a nivel empresa. Pues los del tercer tipo, son aquellas empresas que con la llegada de las cuarentenas y el distanciamiento social, se supieron ajustar rápidamente al trabajo en casa o home office; mientras que las empresas correspondientes al cuarto tipo, son aquellas que ya venían haciendo pruebas piloto, o incluso ya lo tenían implementado como una modalidad de trabajo dentro de sus empresas, por lo cual, no se vieron afectadas frente a esta situación.

Ahora, ¿te has preguntado quién eres frente al cambio?